Tu rastro en mi ventana
Lloro, porque yo, que siempre te he presentido,
absorta en mi mundo no noté tu reflejo en mi pantalla.
Lloro, porque sólo me has dejado tu rastro
y no pude disfrutar tu presencia.
Lloro, porque te extraño
y tuve la posibilidad de encontrarte
y no lo supe...
Lloro, porque leo tus huellas celestes
y aún me conoces,
y aún tus letras me llegan al alma.
Lloro, porque te tuve cerca,
sentí tu suspiro en mi nuca
y el viento que se revolucionó en mi espalda,
pero no le hice caso.
Lloro, porque has pasado de puntillas
y ni siquiera pude ver
como se deslizaba tu sombra.
Lloro, y mientras te leo,
con tus palabras me secas mis lágrimas.
Lloro, me acerco a la ventana
para ver si puedo interceptar tu marcha,
pero mi esfuerzo es en vano.
Lloro, te pienso y me sonrío.
Río, porque tengo la esperanza,
que si hoy no te he encontrado,
mañana quizá puedas volver
y yo te estaré esperando.
Emilia Prats.
0 comentarios:
Publicar un comentario
<< Página Principal