Corazón Coraza

porque te escondes dulce en el orgullo / pequeña y dulce / corazón coraza (...)

Escapando de mis manos

Tan sólo un holograma,
se asemeja a lo real,
pero apenas estiro mi mano
no llego a sentirlo porque se escapa.
Llega sin anunciarse
y se va sin despedirse,
incluso a veces simula su partida
y se queda espectante.
Nunca se sí está o ya se ha ido,
quizá porque en realidad nunca estuvo.
Siempre se mantiene en el justo equilibrio
de no dar demasiado poco o demasiado mucho.
Sin pedir permiso me sorprende con su voz
diciendo mi nombre del otro lado del teléfono.
Y me abruma la emoción.
Y me quedo sin palabras.
De pronto no tengo nada que decirle,
o quizá tantas cosas...
pero las descarto por parecerme tontas.
Y sólo dejo escapar mi risa,
esa que usted me roba.
Y no soy más que una simple niña tonta.
Tonta y callada, porque prefiero escuchar
esos sonidos que apenas se asemejan a palabras
porque he perdido todo tipo de compresión.
Ya que, así me cuente el estado del tiempo
o que me invente algún que otro cuento;
el milagro de sentir su voz me ha superado.
Pero cuando ya me tiene en su nube
sin más que decir me deja.
Y yo, temblando en mi emoción
apenas pudiendo colgar el tubo del teléfono,
cierro mis puños para tratar de retenerlo
pero apenas los abro se ha desvanecido
y comprendo que no puedo quedarme
con lo que nunca ha sido mío.

Emilia Prats.

2 comentarios:

El junio 13, 2005 8:39 p.m., Anonymous Anónimo dijo...

El holograma quedo en las ganas de saber quien era el que estaba en el telefono de lado, pero sentiste alegria, ansias de escuchar y no fue nada tonto porque al final dejaste tambien temblando al otro lado del telefono al quien hablaba

 
El junio 20, 2005 1:05 a.m., Anonymous Anónimo dijo...

:O

 

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