Corazón Coraza

porque te escondes dulce en el orgullo / pequeña y dulce / corazón coraza (...)

Me dejabas partir

A morci, con suma tristeza
Me dijiste que nunca ibas a dejarme,
pese a la locura que cometa,
que ibas a retenerme. No cumpliste.
Me dejabas partir.


Ayer, el frío, mis manos congeladas,
tus ojos, tus miradas heladas,
estaba yo ahí parada; y vos
me dejabas partir.
Quizá era eso lo que querías, me dolió.
Tal vez sólo necesitaba tu cariño,
que me pidas que no me vaya.
Sé que dije cosas feas, pero vos
me dejabas partir.
sólo necesitaba saber que me amabas,
sentir que me necesitabas.
Pero sólo me miraste con odio,
te dispusiste a marchar; y
me dejabas partir.
Pero yo no, yo no te podía dejar partir,
yo no podía dejar así.
verte ir sería veneno, ahí sí
se me caerían todos mis sueños; aunque vos
me dejabas partir.
Hacía frío, pero tu beso en mi mejilla
fue peor que una helada. Arrancaste el motor,
los seguros al trabarse guillotinaron mi mente,
suelto el freno de mano estabas libre; y
te disponías a partir.
¿Me dejarías ahí parada, viéndote alejarte,
llevándote mi corazón, mis sueños, mi vida,
mis sonrisas, todas mis fantasías?
Yo me quedaría esperando tu regreso,
viéndote partir.
Otro saludo, otra despedida, otro adiós.
Las llaves en mi mano eran quienes activarían
un candado en mi corazón, una prisión en mi cuerpo,
nadie, nunca más entraría en ella.
Me dejabas partir.
Sentía que si usaba esas llaves
te perdería para siempre.
¿Cómo volver a hablarte? ¿Cómo decirte:
"perdoname, fue todo una confusión de mi mente"?
Me dejabas partir.
Estaba libre, ¿qué, salvo una extraña
fuerza en mí me impedía usar esas llaves?
¿Qué me retenía? ¿Qué me mantenía?
¿Qué me hacía reflexionar? Nada, porque vos
me dejabas partir.
Quería que me abrazaras,
que me apretaras fuerte contra tu pecho.
Necesitaba que me besaras,
sentirme junto a tu cuerpo; pero vos
me dejabas partir.
Quería tu mirada de ternura,
no podía verla expresar rencor,
odio, hielo verde, hielo seco, poderoso altanero.
Ni un lamento se escapaba; no,
me dejabas partir.
No hubo un: "¡no!, no te vayas, te necesito,
te amo, no podés dejarme así,
¿qué voy a hacer sin vos?,
¿cómo voy a vivir?".
Me dejabas partir.
No hubo un: "¡hey!, reaccioná,
dejá de decir boludeces, vení abrazame,
no te alejes, no te encierres,
no trates de endurecerte".
Me dejabas partir.
No hubo palabras, sólo silencios,
duros silencios. No hubo suspiros,
no hubo lamentos, ni quejas.
Sólo rencores.
Me dejabas partir.
Parecías tan duro, tan encerrado en sí,
que por momentos pensé que me odiabas,
que jamás volveríamos, que nunca me perdonarías,
que te irías por completo.
Te veía partir.
Entonces, tu mano por un impulso
me aferró contra tu pecho.
Y tu pecho, desobedeciéndote, me albergó.
Tu boca no me besaba, todavía no; pero yo
ya no quería partir.
Entonces, tus caricias en mi pelo,
mi cabeza en tu hombro, respirando en tu cuello,
mi mano recorriendo tu espalda. Y así sucedió:
nuestras bocas se encontraron
y supe que, aunque lo desee,
jamás podría partir.


Emilia Prats

<<Índice

3 comentarios:

El abril 24, 2005 1:49 p.m., Blogger ManosFrías dijo...

wao, con esto mi mente se pone a volar... me imaginé una noche lluviosa el carro de morci uno de esos viejos y todos bombacha, tu parada en la acera, todo blanco y negro y tu como la ninhia de rojo de la lista de schindler... fue tan envolvente todo... te veia al leerte...ójalá yo pudiera escribir asi... creo que voy a bajar el flash para hacer unos cartoons al respecto...

 
El abril 26, 2005 2:53 a.m., Blogger Gabo dijo...

Me acuerdo del detalle de la niña con el abrigo de color rojo en la Lista de Schindler (capricho interesante de Steven Spielberg para resaltar ese momento de la película en blanco y negro)pero me produce una sensación diferente este poema. Un pedido de amame aunque no me lo merezca que es cuando más lo necesito.Me interesaría igual ver esa animación en Flash.

 
El mayo 05, 2005 12:47 p.m., Blogger mili dijo...

A mí también me interesaría, aunque no vi la lista de Shindler... Sin duda es un desesperado pedido de amor, este escrito está dentro de mis favoritos, marcó un cambio en mi forma de escribir, mucho más descriptiva, mucho más personal, está escrito todo de una sola vez, sin cambios posteriores, son los sucesos de una noche, que si bien no llovía (salvo en mi rostro), era una noche lluviosa...

 

Publicar un comentario

<< Página Principal