A un año de aquella vez

A morci,
"Con esos ojos color del tiempo,
con tu mirada y tus pensamientos,
llegaste un día sin anunciarte
y me enseñaste colores nuevos.
En mis poemas fuiste la musa,
el duende quieto de mis silencios,
el sol de mayo, remanso tibio,
amor de paso, amor eterno..."*

Alguien activa una alarma,
te busco en la calle y no estás.
Hay un Renault blanco
en la puerta de mi casa.
Te busco en el teléfono
y no llamás.
Te espero.
Suena el timbre,
busco tu silueta por la mirilla,
pero no está.
Sería el cartero o algún promotor.
No abro. Me recuesto,
y en mis sábanas no está tu olor.
Doy vueltas en mi cama,
probablemente buscándote.
No puedo dormir,
no encuentro tu pecho,
me falta tu cuello,
también tu perfume.
Me acurruco en un borde.
Sueño.
Sueño con tu regreso.
Me hace falta tu voz, tu abrazo,
tu mirada con esos ojos claros,
tu sonrisa, mis cosquillas,
tus manos, tu calor, tus labios,
tenerte cerca, tan cerca
que seamos un solo cuerpo.
Tenerte junto a mí.
Tan juntos que seamos
sólo una persona,
disfrutándolo.
Te amo, te extraño, te busco, te espero.
Tu ausencia es un puñal en mi espalda.
Te necesito, necesito que me cuides,
que me contengas.
Por qué no volvés? Te extraño. Por qué te fuiste?
Espero lo estés pasando bien, aunque,
qué estarás haciendo sin mí?
Recordé cada momento de aquel diez.
Pero no estás aquí para compartirlo.
Los dos, con los pies en la cabecera
de la cama, decidimos ser uno.
te entregué mi cuerpo,
como ya te había entregado mi alma.
Y lo supiste cuidar.
Te mentí, me mentiste,
pero agradezco tu mentira.
Te supongo sin disgustos por la mía.
Quise que fuera muy especial.
Espero haberlo logrado.
No puedo olvidarme de tus manos,
temblorosas de tocarme.
De tu cuerpo, temeroso de mi cuerpo
y que poco a poco fuimos descubriendo.
Tu sonrisa, sin saber qué hacer,
sin creer que realmente era éste
ese momento. Sin imaginarlo.
¿Qué pensabas?
¿que tendrías que esperar hasta casarnos?
Sos tan hermoso!
No me equivoqué al elegirte,
cuando todos me hacían dudar,
con dos meses de conocerte,
ni siquiera podía saber cómo ibas a actuar.
Hoy quiero agradecerte por tus gestos.
Gracias por haberme cuidado,
y por seguir haciéndolo.

Emilia Prats

*de "Este amor es como el viento" - L.González - Regina - Alcover, por la voz de Jairo

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