Como nunca

A morci

Esperé tu llamado,
que superes tu orgullo,
como nunca lo hiciste.
Pero si no cambiaste eso hasta ahora,
¿qué momento es éste de hacerlo?
¿Por qué habrías de evitar tu partida?,
¿por qué habrías de volver
y sólo dar la vuelta manzana?,
si nunca lo hiciste.
Podría escribir un poema
con ese motivo:
"como nunca lo hiciste".
Tengo tantas cosas para reprocharte,
estoy tan herida,
que volví a escribir
y no puedo parar.
Me tuve que ir a ensayar
y me dejaste volver sola,
como nunca lo hiciste.
No fuiste capaz de llamarme,
¡cómo ibas a hacer eso, no,
sería dar el brazo a torcer!,
como nunca lo hiciste.
No pudiste darme la sorpresa
de ir a buscarme,
recordar la dirección,
como nunca lo hiciste.
Cuando llegué a casa
no pude evitarlo
tuve que llamarte,
ya no me importó falsear las cosas,
sólo quería escucharte.
Pero esta vez no me atendiste,
como nunca lo hiciste,
y eso que llamé y llamé.
Tan esperanzada estaba por escucharte
que le hablé al contestador
para que me responda,
pensando que eras vos.
Podría seguir escribiendo este poema,
para entregártelo personalmente,
leértelo en voz alta,
darte la sorpresa,
para que lo leas de vez en cuando,
para que lo analices,
para que lo cuestiones,
para que lo recuerdes,
para que lo sientas,
como nunca lo hiciste.
Quizá resulte lindo,
tal vez nunca lo conozcas,
¿quién sabe cuándo podría volverte a ver?
Pero podría escribirte un poema
diciéndote todo lo que me molesta,
como nunca lo hice,
y expresándote todo lo que siento,
como alguna vez lo hiciste.
Y quizá te guste mucho,
y veas cosas para cambiar,
y me suenes los mocos con tu pañuelo
y me seques las lágrimas,
y te importe y me consueles,
y seas comprensivo y paciente,
como alguna vez lo fuiste,
y sincero y no me mientas,
y vayas con la verdad,
y no calles lo que sentís,
como nunca lo hiciste.

Emilia Prats.


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