Corazón Coraza

porque te escondes dulce en el orgullo / pequeña y dulce / corazón coraza (...)

¿Qué pasó?

A morci
¿Qué pasó, bebé, qué pasó
que al pasar el tiempo
se fue perdiendo el interés?
Los poemas de amor
ya no se regalan,
las tradicionales cartas de cada mes
perdieron vigencia,
las rosas rojas dedicadas
hace tiempo que se marchitaron,
y las improvisadas tarjetitas de amor
con envoltorios de softmint,
papelitos plateados de cigarrillos
y blocksitos de mitilase,
ya no corren debajo de almohadas,
ni viajan en ninguna cartuchera.
Pareciese que la tinta de las lapiceras
se ha secado de no escribir.
¿Qué pasó, bebé, qué pasó,
se cortó la inspiración,
las musas están en huelga,
ya las lunas no iluminan como antes,
o simplemente nos carcome la rutina?
Ya no nos dedicamos canciones,
no nos escribimos poemas, ni cartas,
no nos regalamos dibujitos repletos de corazones,
ni cualquier excusa es buena
para inventar una sorpresa.
La otra noche, como una marrana,
lloré con cada carta tuya,
se me juntó emoción con bronca:
emoción al leer tus hermosas palabras
y bronca por haber perdido todo aquello,
pareciese que la persona visceral,
que escribía lo que sentía
sin que nadie se lo pida,
se había perdido,
imposible de recuperar.
Y que la receptora
de aquellas hermosas palabras,
creadora de poemas
y de muchas ideas no realizadas,
se quedó sin energía, sin fuerzas,
sin alimento para producir.
¿Qué pasó, bebé, qué pasó?
¿Sabés, acaso, qué fue de esa linda parejita?
Quizá ella lo inhibió con sus reproches,
esos por los que le exigía
romanticismo, sinceridad y poesía,
sin valorar, din darse cuenta,
de que tenía frente a sus ojos
verdaderas letras de amor.
¿Qué pasó, bebé, qué pasó
con aquel que proponía
compromiso por correspondencia,
hablaba de una vida juntos
y una vez contó de un amor
que supo pasar muchas pruebas y peleas,
que sobrevivió tormentas,
y que disfrutó momentos memorables:
los primeros chocolates,
las primeras salidas,
el entrar en confianza
y todo casi sin conocerse?
¿Qué fue de ese chico cuyas frases
hoy en día tienen vigencia
y encierran gran emoción y sinceridad?
¿Qué pasó, bebé, qué pasó
que ahora la intolerancia
está a la orden del día,
por cada roce salta una chispa,
la continuidad está puesta en duda,
y aunque estén juntos,
entre ellos hay soledad?
¿Qué fue de los proyectos y de los sueños,
de todo lo compartido hasta ahora?
¿Qué pasó, bebé, qué pasó?
Lo que quiero proponer con esto
es una vuelta al romanticismo.
De mi lado, voy a intentarlo,
espero vos hagas lo mismo,
y para empezar
voy a pedirte disculpas,
adiviná cómo...
citándote.


Emilia Prats

3 comentarios:

El mayo 18, 2005 10:17 p.m., Blogger ManosFrías dijo...

El valor y el amor nos hacen darnos cuenta y actuar antes de que sea demasiado tarde...

 
El junio 21, 2005 11:32 p.m., Blogger mili dijo...

Hay veces que los finales son inevitables, postergables, pero inevitables...
Gracias por tu lectura, bjm2

 
El julio 28, 2011 2:08 a.m., Anonymous Anónimo dijo...

deja bu

 

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