Corazón Coraza

porque te escondes dulce en el orgullo / pequeña y dulce / corazón coraza (...)

Desesperación

A morci
Te perdí por un momento,
imaginé mil veces nuestra pelea final.
Te vi partir por el pasillo,
arrojando tu anillo de compromiso
por la rejilla,
dejándome una bolsa de papeles,
pequeños trozos de papeles con mi letra,
vestigios de lo que alguna vez
fueron mis cartas, mis recuerdos.
Me imaginé escribiendo mi carta de despedida
para ahogarme en una muerte en vida.
¿De dónde sacar fuerzas
para perdonarte semejante horror?
¿Cómo hacer para silenciar
mi increíble sed de venganza?
Por un momento me creí incapaz de conocerte.
Por un momento te creí capaz
de una insensibilidad atroz.
No fue lo perdido lo que más me dolió,
esas eran sólo palabras, valiosas palabras,
imposibles de recuperar, pero palabras al fin.
Traté de autoconvencerme mil veces,
recordando a mi vieja cuando me decía:
"Son sólo cosas", mientras regalaba
mis muñecos y tesoros de la niñez.
Pero ese no era el hecho,
ese no era el problema que me daba más dolor,
la cuchilla era otra,
el dolor ante la frialdad del acero.
No podía aceptarte capaz de tal crueldad,
tal insensibilidad, tal...
tanto es así que no me alcanzan las palabras
para describir aquel acto.
Me hallé tan indefensa,
sin saber qué hacer,
con mi utopía y esperanza
de que le hayas hecho copias.
Me quedé tan corta en mi ilusión
que jamás pensé en lo que realmente había sucedido.
¿Por qué tal maldad?
¿Por qué lo has hecho?
¿Acaso no te brindé siempre toda mi confianza?,
acaso alguna vez te oculté algo?
Ahora es un amigo nada más,
un amor utópico e imposible,
que me está ayudando a asomarme a la vida
y a amarte cada vez más, a elegirte,
por favor no arruines su trabajo,
coopera con él y seré mejor.
Lo que hay en ese diskette
forma parte de un sueño imposible,
por favor no me arranques
esa posibilidad de soñar.


Emilia Prats